Mujer de Luz 

Describir a María Gabriela Alvarez es un verdadero reto una mujer con temple, carácter fuerte y determinado, apasionada como ella sola, lograr relatar su vida es como hablar de un mundo lleno de acontecimientos, cargado de cultura, creatividad y sentimientos . Más venezolana que una reina pepiada, valenciana de nacimiento pero maracayera de corazón.

​

A los 4 años  inició sus estudios de  música, estudiando en el Conservatorio de Música del estado Aragua, sin embargo a los 17 años en una Venezuela de cambios donde sus padres le sugirieron que era mejor obtener un titulo universitario decidió estudiar Ingeniería Electrónica mención comunicación, paseándose por un mundo lleno de números, estadística pura y hasta un diplomado en docencia.

 

Hoy día cuenta con 23 años de graduada, felizmente casada y con tres maravillosas hijas que heredaron su pasión y talento por el arte. Pero no fue hasta los 39 años que fue mágicamente embrujada por un arte que la sedujo: El Flamenco. No todo fue color de rosa, ella recibió fuertes criticas "Estas mayor para bailar, no podrás hacerlo" sin embargo, estos comentarios no la detuvo convirtiendo cada comentario negativo en positivo y en una oportunidad maravillosa llena de motivación para seguir bailando.

​

Uno de sus más anhelados sueños es disfrutar su cumpleaños número 50 en España recibiendo clases con la gran maestra La Truco. A María Gabriela le encanta compartir sus conocimientos, ver sus alumnas felices y realizadas profesionalmente y desea de corazón  ser recordada como una maestra que dejo una enseñanza a los demás. Asimismo, se caracteriza como una mujer persistente, amorosa y embrujada por el arte flamenco. Es una mujer de luz, guerrera y que hoy sigue viviendo el arte como la vida misma aferrándose al amor y a pesar de las circunstancias su escuela se mantendrá de pie y en los corazones de quienes han tenido la experiencia de taconear en las tablas de Casablanca.  

​

Una mujer de 49 años capaz, perseverante y ejemplo que con esfuerzo, tenacidad y disciplina se puede seguir adelante. Su afán de estudiar, prepararse y apoyar a su alumnas la convierte en una resiliente ante cualquier adversidad y una maestra que transciende en su disciplina, sin lugar a duda, demuestra su poder, liderazgo e influencia en esta nueva generación llena de talento.

 

​